Más control, más poder, más dinero
Que el asunto lo esté estudiando un grupo de abogados no me sorprende (si no nos contratan para solucionar problemas nos contratan para crearlos) y que la propuesta venga de los gaullistas franceses tampoco, a fin de cuentas la derecha francesa siempre ha sido más intervencionista y menos liberal que el resto de sus colegas europeos (en todo caso, no tengo muchas esperanzas en que el resto de la derecha europea y la izquierda se opongan, a fin de cuentas, se trata de recaudar más). Lo que de verdad me sorprende y asusta es imaginar qué mecanismos de control y seguimiento intentarán aplicar para poder aplicar esa tassa cuando cualquiera de nosotros envíe un e-mail. El servicio postal es prestado en España por una sociedad anónima estatal, y si yo deseo enviar una carta ésta pasa siempre por una oficina de correos, en la cual controlan que su peso se adecúe al franqueo pagado por mí, comprueban adónde va dirigida y la colocan en la saca correspondiente.
Pero, ¿cómo desarrollar una labor semejante de verificación con los mensajes electrónicos por parte de los estados de la UE ?, ¿qué métodos implantarían?. Y lo que es más, ¿cuánto tardarán en decirnos que al igual que una carta convencional, cuanto más "pese" mi correo más caro me resultará enviarlo?. Todas estas reflexiones enlazan con algo que leí el otro día, y sobre lo que escribiré en otro momento: se ha desatado sin tapujos (antes el sigilo era mayor) la batalla por el control de internet, y los ciudadanos no podemos quedarnos parados. El silencio de hoy será la falta de libertad mañana.
Dinero, poder y control. He ahí la verdad de la política de todo signo.